dimarts, 28 d’agost del 2012

ZUMO ANTIOXIDANTE DULCE


Tenía una hermosa calabaza orgánica desde hace unos días. En el momento en que la vi, supe que quería hacer un zumo que mantuviese el color original. Decidí no utilizar hojas verdes esta vez sino usar zanahorias y manzanas. Primero hice un zumo de calabaza, otro de zanahoria y otro de manzana. Luego los puse todos en un frasco y los mezclé. Sorprendentemente el sabor era ...
dulce, así que añadí limón y me quedó perfecto. Conseguí una fabulosa bebida antioxidante que estoy segura de que os encantará.

Ingredientes:
1 vaso de zumo de calabaza
1 vaso de zumo de manzana
1 vaso de zumo de zanahoria
zumo de ½ limón

Preparación:
Pelar todo y pasar por el exprimidor. También se puede utilizar pomelo en lugar de limón. Estoy segura de que iría a la perfección con esta combinación.

Los cuatro ingredientes contienen antioxidantes y enzimas que juegan un papel en la prevención del desarrollo de enfermedades crónicas tales como cáncer, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer, artritis reumatoide y cataratas. Las zanahorias y las manzanas son antioxidantes y se utilizan más a menudo que la calabaza, ya que están siempre disponibles. Deberías usar calabazas cuando estén de temporada. Debes de recordar que comer siempre las mismas comidas puede ocasionar deficiencias, así que prueba con nuevas y variadas frutas, vegetales y combinaciones que antes no hayas probado.

Algunos de los beneficios para la salud de la calabaza

Son una buena fuente de vitaminas A y C, así como de ácidos alfa-hidroxi, lo que reduce los signos del envejecimiento de la piel
Ayudan a promover la salud ocular y la protección contra la degeneración macular asociada con la luteína y la zeaxantina
Tienen alto contenido de fitosteroles, que se ha demostrado que potenciar la respuesta inmune y disminuye el riesgo de ciertos cánceres
Tienen un alto contenido en zinc, que ayuda a proteger el cuerpo contra la osteoporosis de la cadera y la columna vertebral
Están cargados de ácidos grasos esenciales, que mantienen saludables los vasos sanguíneos y nervios, así como proporcionan una lubricación adecuada para los tejidos, incluyendo la piel
Son muy bajas en calorías. Proporcionan sólo 26 calorías por cada 100 g y no contienen grasas saturadas o colesterol. Además son una rica fuente de fibra dietética, antioxidantes, minerales y vitaminas. La calabaza es un almacén de muchas vitaminas antioxidantes como la vitamina A, vitamina C y vitamina E.
También contiene folatos (mantiene los vasos sanguíneos y el corazón sanos), B6 (ayuda en la comunicación entre células nerviosas), tiamina, ácido pantoténico y minerales como el cobre, calcio, potasio y fósforo.
El zumo de calabaza crudo juega un papel vital en la prevención y el tratamiento de los cálculos biliares o cualquier otro problema de la vesícula biliar. Es realmente un gran limpiador del hígado.
El zumo de calabaza crudo podría ser también muy beneficioso para las mujeres embarazadas, ya que ayuda con las náuseas del embarazo (náuseas, vómitos, etc.)
El zumo de calabaza crudo es bueno para el sistema digestivo. Puede ayudar con el estreñimiento y estados de heces blandas. El zumo de calabaza crudo reduce el riesgo de presión arterial alta y enfermedades del corazón. Es rico en pectina, que ayuda a reducir el colesterol.
El zumo de calabaza crudo promueve una saludable función renal y la salud del sistema urinario.

dijous, 2 d’agost del 2012

Reducción de vino y miel

Ingredientes
200 gramos de vino tinto joven, 40 gramos de miel y una pizca de canela (también se puede poner un poco de vainilla u otra especia, a razón del plato que vaya a acompañar y el juego de sabores que queramos aportar).

Elaboración

La elaboración de una reducción la hemos explicado en varias recetas de Gastronomía & Cía, como la reducción de Pedro Ximenez o la melaza de granada, por ejemplo, así que seguramente sabéis lo sencillo que es.
Para hacer esta reducción de vino y miel procede poniendo primero el vino en un cazo, ponlo a fuego medio y deja que cueza hasta que reduzca unas ¾ partes de su volumen, añade entonces la miel y mezcla bien.
Vuelve a dejar a fuego lento hasta obtener una textura de caramelo, pero no demasiado denso porque al enfriarse espesará más. Entonces incorpora una pizca de canela y deja enfriar.
En el caso de querer aromatizar con vainilla esta reducción de vino y miel, puedes elegir unas gotas de esencia de vainilla que puedes añadir al final, o añadir un poco de la pulpa de la vaina de vainilla cuando esté reduciendo del vino.
Reserva la reducción de vino y miel en una salsera o en un biberón a temperatura ambiente para disponer de ella en el momento de incorporarla en el plato.

Vinagre balsámico de chocolate

Ingredientes

200 gramos de vinagre balsámico de Módena, 30 gramos de miel y 40 gramos de chocolate al 70%.

Elaboración

Pon en un cazo de fondo grueso el vinagre balsámico, añade la miel y ponlo a fuego medio, cuando empiece a burbujear baja el fuego y deja reducir, moviendo de vez en cuando, hasta un tercio del contenido inicial.
Incorpora entonces el chocolate troceado y mezcla bien, continúa a fuego lento para que el chocolate no se queme y mantenga el brillo y la textura cremosa.
Deja reducir unos minutos más, hasta que el dorso de la cuchara deje una línea limpia al pasar el dedo. Al enfriarse espesará más.
Finalmente deja enfriar el Vinagre balsámico de chocolate para después pasarlo a un biberón o a una botella en la que conservarlo y tenerlo preparado siempre que lo quieras usar.

Caramelo de chocolate y calvados

Ingredientes

170 gramos de azúcar, 60 gramos de mantequilla, 10 gramos de cacao puro en polvo, 115 gramos de nata (crema de leche), 20 gramos de Calvados (puedes utilizar otro licor que te guste combinar con el chocolate), una pizca de sal (puedes utilizar mantequilla salada y obviar añadir más).

Elaboración

Caramelo de mantequilla salada y cacaoAntes de empezar deja la nata fuera del frigorífico para que esté a temperatura ambiente, cuando peses la cantidad necesaria, añade el cacao en polvo y el calvados, y mezcla hasta que se integre.
Pon el azúcar en un cazo a fuego medio, calienta lentamente hasta obtener un caramelo oscuro. En ese momento, retira el cazo del fuego, incorpora la mantequilla y la pizca de sal, y mezcla bien.
A continuación vierte la nata poco a poco a la vez que bates con una espátula para que se integre bien. Deja cocer unos 3-5 minutos a fuego mínimo, y sin dejar de batir, para a continuación, verter el Caramelo de chocolate y calvados en un tarro de cristal con capacidad para unos 300 gramos.
Deja enfriar antes de tapar, aunque veas el caramelo muy líquido, cuando se enfríe espesará. Esta salsa de caramelo se puede servir fría o caliente, además, si deseas el caramelo de chocolate y calvados más denso para utilizarlo como relleno, puedes reducir un poco la cantidad de nata que incorporas a la elaboración. Si por el contrario lo quieres más líquido, añade un poco más de nata o sencillamente caliéntalo antes de servirlo.

Vinagreta ahumada de naranja

Ingredientes

80 gramos de aceite de oliva virgen extra, 40 gramos de zumo de naranja natural, 20 gramos de vinagre de arroz, 1 chalota, 1 c/s de cilantro fresco (en su defecto utiliza unas semillas de cilantro), 1 c/c de miel, 1 c/c de pimentón ahumado agridulce, una pizca de humo en polvo o sal ahumada (opcional), y sal fina.

Elaboración

Pela la chalota y pícala bien fina, ponla en el recipiente en el que vayas a preparar la vinagreta, puede ser un cuenco o un tarro con tapa para después agitar y emulsionar el aderezo.
Pica el cilantro fresco o muele las semillas si es lo que vas a utilizar, incorpóralas a la chalota junto al pimentón, el humo en polvo o la sal ahumada, la sal normal (con moderación), la miel, el zumo de naranja y el vinagre.
Mezcla bien y finalmente incorpora el aceite de oliva virgen extra. Puedes emulsionar con unas varillas o como comentábamos, cerrando el frasco y agitando enérgicamente.
Las vinagretas también se pueden preparar de forma más rápida utilizando la batidora eléctrica, basta con poner todos los ingredientes en el vaso y triturar, emulsionará fácil y rápidamente, y posiblemente agrade más a quienes deseen una vinagreta sin hierbas aromáticas picadas o encontrando trocitos de chalota.
Según el destino de la Vinagreta ahumada de naranja puede ser agradable encontrar la textura crujiente de la chalota, y por qué no, incorporar algunos frutos secos picados, ante éstos nadie se resiste.

Coulis de manzana al romero

Coulis de manzana al romero

Ingredientes

500 gramos de manzanas (Granny Smith, Reineta, Chantecler, Golden…), 1/2 limón, 75 gramos de azúcar, 1 ramita de romero fresco, 375 gramos de agua.

Elaboración

Lava bien el limón y córtalo en seis trozos. Pela las manzanas y córtalas en gajos, retirando el corazón, el pedúnculo… Ponlas en un cazo con el limón, añade el azúcar, el romero y el agua.
Ponlo al fuego y lleva a ebullición, tapado. Cuando rompa a hervir, reduce la temperatura del fuego y deja cocer hasta que las manzanas estén bien blandas. Retira entonces el romero y el limón y vierte el resto en el recipiente del robot de cocina, licuadora o batidora.
Tritura hasta que obtengas una crema bien fina, homogénea y brillante, a continuación pásala por el chino para que quede aún más fina y deja enfriar.
Una vez que el coulis de manzana se haya enfriado, está listo para usar (aunque caliente también se puede servir), pero hasta que llegue el momento de servirlo, resérvalo en el frigorífico en un recipiente cerrado herméticamente.
Se puede conservar un máximo de una semana.

Salsa de cerezas picante

Una salsa que acompaña muy bien a carnes rojas, pescados ahumados, quesos…

Ingredientes

Salsa de cerezas picante
1 chalota, 5-10 gramos de raíz de jengibre (al gusto), 225 gramos de cerezas deshuesadas, 100 gramos de agua, 50 gramos de vino tinto, 10 gramos de azúcar, 1 guindilla, pimienta negra recién molida, sal, aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Lava bien las cerezas, córtalas por la mitad y retírales el hueso. Pela la chalota y pícala bien fina. Pela el jengibre y rállalo con un rallador fino.
Pon una sartén a calentar, a temperatura media-baja, añade un poco de aceite y pocha la chalota con el jengibre. Cuando la chalota esté tierna y casi caramelizada, incorpora las cerezas, salpimenta e incorpora la guindilla.
Rehoga un par de minutos y añade a continuación el agua, el vino y el azúcar. Cuece a fuego lento, moviendo de vez en cuando, hasta que las cerezas estén tiernas y el líquido haya reducido, formando un jarabe ligero.
Retira la guindilla y tritura, en el vaso de la batidora, hasta obtener una salsa fina y homogénea. Pruébala por si es necesario rectificar de sal o especias, si ha quedado muy picante o fuerte de sabor, se puede suavizar a continuación, añadiendo un poco de agua.
Una vez triturada la salsa de cerezas, vuelve a pasarla a la sartén (o a un cazo), y llévala a ebullición poniéndola a fuego moderado y moviendo con una espátula, retira del fuego y deja templar.
La salsa de cerezas picante es ideal para servirla fría, aunque también se puede servir tibia o caliente si se desea. Consérvala en un recipiente cerrado herméticamente y en el frigorífico, si se prepara con antelación o ha quedado salsa para otra comida.