dijous, 2 d’agost del 2012

Salsa de cerezas picante

Una salsa que acompaña muy bien a carnes rojas, pescados ahumados, quesos…

Ingredientes

Salsa de cerezas picante
1 chalota, 5-10 gramos de raíz de jengibre (al gusto), 225 gramos de cerezas deshuesadas, 100 gramos de agua, 50 gramos de vino tinto, 10 gramos de azúcar, 1 guindilla, pimienta negra recién molida, sal, aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Lava bien las cerezas, córtalas por la mitad y retírales el hueso. Pela la chalota y pícala bien fina. Pela el jengibre y rállalo con un rallador fino.
Pon una sartén a calentar, a temperatura media-baja, añade un poco de aceite y pocha la chalota con el jengibre. Cuando la chalota esté tierna y casi caramelizada, incorpora las cerezas, salpimenta e incorpora la guindilla.
Rehoga un par de minutos y añade a continuación el agua, el vino y el azúcar. Cuece a fuego lento, moviendo de vez en cuando, hasta que las cerezas estén tiernas y el líquido haya reducido, formando un jarabe ligero.
Retira la guindilla y tritura, en el vaso de la batidora, hasta obtener una salsa fina y homogénea. Pruébala por si es necesario rectificar de sal o especias, si ha quedado muy picante o fuerte de sabor, se puede suavizar a continuación, añadiendo un poco de agua.
Una vez triturada la salsa de cerezas, vuelve a pasarla a la sartén (o a un cazo), y llévala a ebullición poniéndola a fuego moderado y moviendo con una espátula, retira del fuego y deja templar.
La salsa de cerezas picante es ideal para servirla fría, aunque también se puede servir tibia o caliente si se desea. Consérvala en un recipiente cerrado herméticamente y en el frigorífico, si se prepara con antelación o ha quedado salsa para otra comida.

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